Terapia EMDR
con Leticia Rubio
¿Qué es EMDR?
¿Cómo funciona EMDR?
Estas son las 8 fases de su protocolo básico
Fortalecemos la nueva creencia positiva surgida del reprocesamiento.
Medimos cuánto se siente de verdadera con una escala (VOC)
Repetimos hasta que la nueva creencia se sienta completamente auténtica.
Revisamos el cuerpo para detectar si queda alguna tensión o malestar.
Si aparece, lo procesamos hasta que desaparezca.
Si la sensación es positiva, la reforzamos para consolidar el bienestar.
Si la sesión no se ha completado, ayudamos al paciente a salir equilibrado y seguro.
Te explicamos qué esperar entre sesiones y cómo registrar tus experiencias.
En la siguiente sesión revisamos los cambios surgidos del reprocesamiento realizado.
Comprobamos si el recuerdo sigue generando perturbación, su nivel de malestar (SUD) y retomamos el proceso hasta lograr el cambio completo.
Si ya no genera malestar, avanzamos y pasamos a la siguiente “diana”.
Recopilamos información sobre el motivo de consulta, la sintomatología actual y su
evolución o cambio a lo largo del tiempo para entender qué ocurre al paciente y
desde cuándo.
Exploramos su historia y organizamos la información de manera que podamos tener
un conocimiento profundo del paciente y un mapa sobre el que trabajar. Marcamos
objetivos y dibujamos un plan terapéutico adaptado al paciente y flexible según su
evolución.
Trabajamos con el paciente regulación emocional, potenciamos los recursos
positivos de la persona o instalamos aquellos necesarios para afrontar las posteriores fases de la terapia.
Probamos los distintos tipos de estimulación bilateral y vamos introduciendo al paciente en la técnica para que afronte el
reprocesamiento con confianza. Generamos una fuerte alianza terapéutica.
Seleccionamos un recuerdo o evento específico, lo que llamamos “diana”.
Identificamos imagen que lo represente, creencia negativa, emoción y sensación
física asociadas.
Medimos el nivel de malestar (SUD) para saber desde dónde partimos.
Trabajamos el recuerdo elegido mientras aplicamos estimulación bilateral.
Con la ayuda del terapeuta, el cerebro del paciente procesa la experiencia y disminuye el malestar emocional asociado a esa memoria.
Repetimos hasta que el nivel SUD llegue a 0, señal de que el recuerdo ya no perturba.
¿Cómo funciona EMDR?
Estas son las 8 fases de su protocolo básico
Recopilamos información sobre el motivo de consulta, la sintomatología actual y su
evolución o cambio a lo largo del tiempo para entender qué ocurre al paciente y
desde cuándo.
Exploramos su historia y organizamos la información de manera que podamos tener
un conocimiento profundo del paciente y un mapa sobre el que trabajar. Marcamos
objetivos y dibujamos un plan terapéutico adaptado al paciente y flexible según su
evolución.
Trabajamos con el paciente regulación emocional, potenciamos los recursos
positivos de la persona o instalamos aquellos necesarios para afrontar las posteriores fases de la terapia.
Probamos los distintos tipos de estimulación bilateral y vamos introduciendo al paciente en la técnica para que afronte el
reprocesamiento con confianza. Generamos una fuerte alianza terapéutica.
Seleccionamos un recuerdo o evento específico, lo que llamamos “diana”.
Identificamos imagen que lo represente, creencia negativa, emoción y sensación
física asociadas.
Medimos el nivel de malestar (SUD) para saber desde dónde partimos.
Trabajamos el recuerdo elegido mientras aplicamos estimulación bilateral.
Con la ayuda del terapeuta, el cerebro del paciente procesa la experiencia y disminuye el malestar emocional asociado a esa memoria.
Repetimos hasta que el nivel SUD llegue a 0, señal de que el recuerdo ya no perturba.
Fortalecemos la nueva creencia positiva surgida del reprocesamiento.
Medimos cuánto la sientes verdadera con una escala (VOC).
Repetimos hasta que la nueva creencia se sienta completamente auténtica.
Revisamos el cuerpo para detectar si queda alguna tensión o malestar.
Si aparece, lo procesamos hasta que desaparezca.
Si la sensación es positiva, la reforzamos para consolidar el bienestar.
Si la sesión no se ha completado, ayudamos al paciente a salir equilibrado y seguro.
Te explicamos qué esperar entre sesiones y cómo registrar tus experiencias.
En la siguiente sesión revisamos los cambios surgidos del reprocesamiento realizado.
Comprobamos si el recuerdo sigue generando perturbación, su nivel de malestar (SUD) y retomamos el proceso hasta lograr el cambio completo.
Si ya no genera malestar, avanzamos y pasamos a la siguiente “diana”.
¿Para quién puede servir EMDR?
- Personas que han vivido traumas (accidentes, abusos, violencia, pérdidas graves)
- Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) o sintomatología postraumática
- Ansiedad, ataques de pánico o fobias
- Depresión, creencias negativas persistentes, baja autoestima
- Duelo complicado o procesos de pérdida
- Personas que sienten que otros tipos de terapia no han alcanzado a liberar ciertos bloqueos emocionales o físicos.
Beneficios de EMDR
- Menos intrusividad de recuerdos angustiantes o flashbacks
- Mayor bienestar emocional, paz interior y sensación de control
- Mejora en la autoestima y en la autoimagen, con creencias más adaptativas.
- Mejora del descanso, concentración y calidad de vida en general.
- Reducción de la ansiedad, tensión corporal, síntomas como sobresaltos, insomnio
- Mejor regulación emocional, mayor capacidad para tolerar malestar emocional sin sentirse desbordado.
¿Qué esperar de la terapia?
- Sesiones seguras, presenciales u online, adaptadas a tu ritmo.
- Creación de un espacio terapéutico de confianza, donde puedas expresarte con cercanía, aceptación y sin juicio.
- Acompañamiento en cada fase del protocolo EMDR, asegurando preparación y cierre en cada sesión para tu seguridad emocional.
- Evaluaciones periódicas del progreso para ajustar lo que sea necesario.
- Uso complementario de otros enfoques cuando sea conveniente (teoría del apego, trauma complejo, terapia sistémica, etc.), en línea con la filosofía integral de Leticia.