AREAS DE INTERVENCIÓN
Trastornos por síntomas somáticos
¿Sientes dolor o malestar físico sin una causa médica clara? Podrías estar enfrentando un trastorno por síntomas somáticos.
Frecuentemente la angustia psicológica se “desplaza” al cuerpo, lo que se conoce como somatización. Este trastorno se caracteriza por la presencia de síntomas físicos persistentes, como dolor, fatiga o problemas digestivos, que no tienen una explicación médica adecuada, pero que afectan profundamente tu vida. El malestar físico puede generar angustia emocional y preocupación constante por la salud, llevando a una nueva espiral de angustia.
No estás solo. Se estima que entre el 10% y el 20% de la población mundial experimenta trastornos somáticos en algún momento. Muchas personas sienten que no pueden controlar sus síntomas o que los médicos no entienden lo que están viviendo y la ayuda psicológica se hace imprescindible.
Las consecuencias de no tratar los trastornos somáticos pueden ser muy limitantes. La angustia constante, las visitas repetidas al médico sin éxito y la incapacidad para disfrutar de la vida pueden llevar al aislamiento social, ansiedad y depresión y más angustia. Además, el dolor no tratado puede afectar el trabajo, las relaciones y la calidad de vida.
La terapia psicológica puede ayudarte a identificar y tratar las causas emocionales subyacentes de tus síntomas, pudiendo tratar el posible origen psicógeno.
SÍNTOMAS COMUNES DE LOS TRASTORNOS SOMÁTICOS:
1. Dolor persistente sin una causa médica clara (dolor de cabeza, dolor abdominal, dolor muscular).
2. Fatiga extrema o cansancio constante sin razón aparente.
3. Problemas digestivos, como náuseas o estreñimiento, sin causa orgánica.
4. Pérdida en la funcionalidad de algún órgano o parte del cuerpo sin haber daño físico.
5. Dificultad para realizar actividades cotidianas debido al malestar.
6. Visitas frecuentes al médico sin encontrar soluciones claras.
7. Sentimientos de desesperanza o frustración por la falta de diagnóstico claro.
8. Sensación constante de malestar general o incomodidad.
9. Pensamientos constantes sobre enfermedades graves o imaginadas.
10. Hipersensibilidad al dolor o incomodidad en situaciones cotidianas.
Si te identificas con estos síntomas, la terapia puede ayudarte a comprender y manejar el malestar que experimentas. Buscar ayuda es el primer paso hacia la libertad.